OKUPAS

Hay OKUPAS en mi vivienda, ¿qué hacer?

 

No creo que haya alguien que no se solidarice con las personas que por falta de solvencia económica puedan verse en la calle, arrojada de su vivienda, ya sea por un procedimiento de desahucio por falta de pago del alquiler; ya por la ejecución hipotecaria derivada de un préstamos con ese tipo de garantía.

Ciertamente, a veces se hace política, e incluso se beneficia a quien no se lo merece bajo la disculpa de que nadie deber estar sin techo, saltándose incluso las prioridades establecidas, como ocurrió en Andalucía hace poco, hasta el punto de que la propia presidenta emitió un decretazo destituyendo fulminante y contundentemente a la consejera de la vivienda. A veces incluso se hace propaganda vana y visceral, hablando de suicidios que no son y otras lindezas. Pero todos somos sensibles ante la espeluznante visión de un “sintecho”. Más aún si vamos viendo el alarmante deterioro físico (¡y mental!) que se va adueñando de estas personas, y con qué acelerada crueldad.

Lo malo es que nos toque ser víctima en nuestra propiedad de un okupa. Sea sin techo, con techo o mediopensionista. Ahí el problema nos toca de lleno. Y entonces es cuando nos viene a la mente aquello de que no todo puede ser repartido entre todos, no. De hecho, todas las constituciones de países democráticos, dadas por todos los integrantes de estos países, establecen como pilar básico de las mismas, la defensa de la propiedad privada.

Por todo ello, proponemos seis trucos para echar al okupa.

1-  Denunciar:  Esto permitirá a la policía personarse en su vivienda y si los okupas no han cambiado la cerradura todavía, echarles de allí. También cabe presentar la denuncia en el Juzgado de Guardia, aunque es más largo. Si no han cambiado la cerradura la policía podrá entrar y devolverle su casa.  Pero, ojo, hay okupas que contratan a mafias organizadas para que les abran el piso que ellos han elegido, les cambien la cerradura y les entreguen las llaves en mano.; y aquí la cosa se empieza a torcer.  De hecho, si les pillan forzando la puerta y el destrozo no supera los 400 euros, no se les podrá acusar de ningún delito y sólo se les aplicará una falta.

2-  Un truco: no denunciar: Hay quien sostienes que lo mejor es no hacer constar esta situación a la policía, es decir, no dejar constancia de cómo propietario sé lo que está ocurriendo en mi casa. Y así, prefieren esperar con un cerrajero a que los okupas salgan de su propiedad para cambiar otra vez la cerradura, quedarse en la casa y es una vez que los okupas intenten volver a entrar, denunciar.

3.- Pero algunos okupas ya se saben este “truco”, y por ello, en cuanto entran a las viviendas, son ellos mismos los que llaman a la policía haciéndose pasar por un vecino denunciando que hay okupas en el piso.

4 – Identificar a los okupas: Es fundamental. Ha de intentarse por el propietario denunciante, o no denunciante. También la policía lo intentará, pero no podrá hacerlo dentro de la vivienda, pues aquéllos no están obligados a identificarse, y tendrá que esperar a que salgan a la calle.

5- Denunciar por Robo: el delito de usurpación se le aplica a los okupas que invaden segundas residencias o edificios vacíos y la pena se reduce a una multa. Si los okupas entran en la vivienda habitual del particular, estamos hablando de un delito de allanamiento de morada y se castiga con penas de prisión de hasta dos años. Así pues, en el caso de que el piso sea la residencia del propietario la policía ha llegado a entrar por la fuerza en las casas si su propietario avisa de que “están robando”, no de que haya okupas.

6- Cortar la luz y/o el agua: No es aconsejable, y puede traer más problemas que soluciones y pasar de víctima a delincuente, y no contar con la pericia del ocupa en engancharse a la red general, y…

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