S I C A V        I

 

Las Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV) 

 

I Introducción

 

            Son verdaderas sociedades anónimas, cuya finalidad principal consiste en invertir de forma colectiva, y pueden estar compuestas por grandes fortunas o por particulares; eso sí con numerosos miembros, pues el número de partícipes  mínimo exigido para su constitución de de 100, y solo para el caso de que contaran con 500 estarían los partícipes exentos de tribulación por cambio de entidad. Exención de la que gozan  los fondos de inversión, figura con la que comparten mucha semejanzas.

Muchas semejanzas comparten con los FI, en efecto, y sin embargo las SICAVS están malditas, demonizadas, son políticamente incorrectas para muchos, y así lo predican los medios bienpensantes en sus consignas, pero sin explicar las razones.

Es algo parecido a cuando todo lo que sonaba a EEUU era no ya malvado, sino aterrador, pues era casi vergonzoso que a alguien pudiera atraerle tal cultura; no importaba la materia de lo que se tratara, todo lo norteamericano era políticamente incorrecto, ya se refiriera al cine, a las demás artes o a la tecnología. Y digo “ era”, pues la historia ha tapado bocas y deslucido muchas lenguas pertinaces de perezosos adoctrinados, ya sea en el cine (¡ah del trabajo minutísimo del mi admirado Clint Eastwood!); o en la literatura americana, que ha deleitado tantas sensibilidades (¡Oh, Whitman de mis lecturas, clamor sonoro de la épica americana); o en la propia tecnología, que ha dado tanto al mundo que no nos queda más remedio que un intenso fervor, aun en silencio (¡Cuánto he admirado a Steve Job). Y cómo no admirar a Luter King, a Andy Warhol, a Frank Lloyd, , Man Ray, Anni Leivobitz, Bruce sprinting o Lichtenstein,  o Poe, o Herny Moore…

Y como no me gustan las consignas me he adentrado un poco en el tema y llego a la conclusión de que mucha gente tienen algún que otro ahorrito en fondos de inversión, por ejemplo; algunos incluso invirtieron en filatélicas y numismática,  y salieron salpicados, y todo ello no les repugna, pero, eso sí de las SICAVS ni oír hablar. Conozco a quienes tienen grandes cantidades invertidas  en fondos pero desprecian a quien lo tiene, aunque en menor cantidad que ellos, en una SICAV, pues ahí reposa la maldición de su vergonzante situación. No es vergonzante, para ellos , un fondo de inversión, sí los es una SICAV.

Pero lo cierto es que la SICAV tiene características similares a los fondos de inversión pero con la estructura de una empresa:

 

II Fondos de Inversión

Los fondos de inversión son un patrimonio sin personalidad jurídica, no son sociedades, no tributan por impuesto de sociedades, ni aun al 1% que tan escandaloso parece. En ambas figuras cada partícipe aporta un capital, si bien en las SICAVs son sociedades anónimas y los inversores se convierten en accionistas. Las acciones de las SICAVs se pueden negociar en las bolsas de valores. Además, los ahorradores pueden invertir en ellas siguiendo un procedimiento similar al de fondos de inversión. A ambas entidades  se les exige tener un mínimo del 3% del patrimonio en liquidez.

 

III.Las SICAV

Las sociedades de inversión capital variable no son, ni mucho menos, un instrumento reservado para los ricos. Con algunas diferencias, mientras que los ahorradores (particulares) se convierten en partícipes del producto, los inversores (grandes patrimonios) son accionistas de la sociedad. Existen sociedades abiertas a todos los partícipes a través de la que se puede aprovechar sus ventajas, algunas de las cuales son las siguientes:

– El cliente recibe información detallada de la composición de la cartera

-Son flexibles en cuanto a la inversión: mercados, sectores y activos.

-Tienen un alto grado de diversificación de las inversiones.

-Están reguladas por la CNMV, y con auditoría externa.

-Gozan de liquidez.

-Están gestionadas por parte de profesionales.

-Tienen bajas comisiones y, como hemos apuntado, permiten traspasar la inversión a otro producto sin tener que tributar por ello.

Sin embargo lo que siempre viene escuchándose de forma recurrente y un tanto arbitraria es eso de que los ricos pueden constituir una SICAV y pagar sólo el 1% de impuestos, lo cual no es cierto, pues i bien es verdad que las Sicav tributan al 1% sobre los beneficios que obtienen por sus inversiones en capital mobiliario, una vez que los partícipes de la Sicav reembolsan su parte invertida, o las plusvalías obtenidas, las cuales se han ido acumulando junto a aquella participación, éstas tributan según los tramos del IRPF como todos los contribuyentes, con lo cual, además de aquel famoso 1% (comisión de éxito), los partícipes han de soportar la cuota que por IRPF les corresponda.

Por tanto, es un mito eso de que las grandes fortunas solo tributan al 1% invirtiendo a través de SICAVs.  Bien es cierto que hasta el año 2011 , las SICAVs disfrutaban de las “reducciones al capital”. Esto significa que se podía reembolsar la cantidad aportada a la sociedad sin pagar por las plusvalías manteniendo solo las plusvalías y aplazando aún más la tributación a hacienda. Se trata del criterio FIFO (First in, first out), lo primero que se aporta es el capital, lo primero que se reembolsa también. Y es que, a  diferencia de la inversión en acciones de una empresa, los títulos de una SICAV se pueden traspasar a otro tipo de inversión aplazando el pago a Hacienda como ocurre con los FI.

Los dos principales requisitos para formar una SICAV son contar con 2.400.000€ de patrimonio y con 100 partícipes.

 

IV.- Los Pequeños inversores

Las SICAVs están abiertas a todos los inversores. Cotizan en bolsa como cualquier empresa. Y algunas de su ventajas son:

-Desde cualquier broker puedes comprar casi cualquier SICAV. No como en los FI, que para poder suscribirlo, tu comercializadora tiene que ofertártelo.

-La inversión mínima inicial suele ser de una participación, habitualmente cantidades muy pequeñas.

-Como IIC que son, cobran comisión de gestión, pero se pueden encontrar SICAVs bien gestionadas con comisiones muy bajas. Las “manos fuertes” que controlan estas IIC no pretenden hacer un gran negocio con ellas, simplemente quieren canalizar su patrimonio financiero, y los pequeños inversores podemos beneficiarnos del trabajo de algunos buenos gestores con bajas comisiones.
Ahora bien, son acciones y por ello, habrá que pagar comisiones por compra, venta y custodia de valores más los correspondientes cánones bursátiles. Por ello, para pequeñas inversiones, aportaciones periódicas, o para hacer muchos traspasos son más caros que los FI.

 

V.-Cómo suscribir una SICAV

Para poder hacer una aportación a una de estas sociedades es necesario tener una cuenta de valores en un broker. No tiene porqué ser de un banco de inversiones, también están disponibles en los bancos tradicionales.

 

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