“Saber más que Lepe”

“Saber más que Lepe”, o lo que es lo mismo, ser tan avispado, perspicaz y avisad, o más, que lepe. Pero ¿quién era Lepe? Se hace referencia con ello a un obispo que hubo en Calahorra y la Calzada, Pedro de Lepe, que fue famoso por su obra Catecismo católico.

Tan pío libro llegó a ser tan popular como el catecismo del padre Astete, y enseñaba de la forma más tradicional que se conoce, y que en esta sección tanto gusta, es decir, a base de preguntas que son respondidas (así lo hizo Don Juan Manuel en “El Conde Lucanor”, y hasta el mismo Quijote recoge el formato bidireccional entre Sancho y Quijote: preguntas y respuestas. De hecho la palabra catecismo en griego viene a significar algo así como instruir preguntando.

El caso es que la solidez y el aplomo de las respuestas  dan muestra de la gran sabiduría del prelado, al que la Real Academia Española incluyó en el Catálogo de autoridades de la lengua, de 1732. De ahí que se aludiera, ya desde entonces al la frase que comentamos como distintivo de sabiduría, perspicacia e ingenio.

Hay una poco veraz tesis  que sostiene que el origen de la expresión está un tal Juan de Lepe, un aventurero oriundo de la localidad onubense de la que toma el nombre. Pero, a pesar de los muchos chistes burlescos que actualmente se originan en esa localidad o con respecto a ella, no parece haber relación entre el prelado y el poblado.