TEMPURA

En los primeros días de cada estación del año, la Iglesia prohibía comer carne, eran las llamadas témporas (que como sabemos nada tienen que ver con el culo, como bien se empeñaba en recordar Camilo José Cela, que en gloria esté, y su herencia a buen recaudo).

 

Cuando los misioneros españoles llegaron a Japón descubrieron un plato muy apetitoso de verduras, con un rebozado especial y flotante, que sería un buen alimento para esos días de abstinencia, pues su exquisito sabor podría suplir en el paladar la memoria de la carne durante las témporas. De esta forma el plato fue bautizado como tempura y hoy sigue siendo una delicia en los tan extendidos restaurantes japoneses.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *